sábado, 11 de julio de 2009


Y entonces me encontré allí, leyendo palabra tras palabra, sin sentido,¡aunque claro que tenía un sentido ! Ese que el autor esperaba que yo encontrase en cada párrafo, cada oración, redactada con cuidado.
Entonces el sueño me envolvió, y me levanté para volver a dejar en ese mueble empolvado páginas sin sentido alguno, hasta que me hallara acurrucada entre su historia, y lo observé hasta que mis ojos se cerraran, recordando, que tal vez no vuelva a tocarlo hasta dentro de mucho tiempo. Pero si hay algo que aprecio de los libros, que no se encuentra en las personas actualmente, es que siempre estarán allí .

No hay comentarios:

Publicar un comentario